Transformémonos juntos

Todo comenzó con un consultorio pequeño y un corazón lleno de ganas de ayudar. Todavía estaba haciendo la especialidad cuando empecé a atender, sin saber que ese gesto marcaría el inicio de algo que transformaría mi vida… y la de muchas personas.

Durante más de 15 años he acompañado a quienes llegan en busca de apoyo emocional, claridad o simplemente un poco de paz. Mi consultorio ha cambiado muchas veces de lugar, pero siempre ha tenido el mismo propósito: ser un espacio seguro, cercano, donde sanar no duela más que la herida.

He dado consulta hasta en las madrugadas. Porque sé lo que significa necesitar ayuda y no encontrarla.

Y entonces llegó la pandemia. Y con ella, la certeza de que la salud mental es una urgencia global. Ya no se trata solo de tener tiempo… se trata de tener un sistema capaz de llegar más lejos, más rápido, sin perder profundidad.

La pandemia evidenció algo que ya sabíamos en silencio: la salud mental es una necesidad urgente, no un lujo. Y hoy, más personas que nunca están buscando ser acompañadas.

Sin embargo, el día sigue teniendo solo 24 horas. Y eso me llevó a una decisión: transformar el modelo de atención individual que he perfeccionado durante más de una década, en un programa intensivo, accesible y global. 

Así nació “Transformémonos juntos”, un puente entre la consulta presencial y el deseo de llevar resultados reales a más personas, sin barreras geográficas ni de agenda.

Porque lo que antes lográbamos en dos años de terapia, hoy podemos alcanzarlo en dos meses de trabajo profundo, guiado, amoroso y sistematizado.

Estamos creando nuevas formas de sanarnos. Y esto… es solo el comienzo.

Porque transformar el dolor en fuerza… sí se puede.

¿Quiéres saber más?

Escríbeme